jueves, diciembre 30, 2010

Mas que Vencedores.

TEMA: “MAS QUE VENCEDORES”

TEXTO: ROMANOS 8: 37

Introducción:
Hoy en día estamos en un mundo que nos quiere absorber en todo sentido, el enemigo predica sus mentiras como que si fueran verdades y muchas veces nosotros predicamos las verdades como que si fueran mentiras. Frente a esto debemos tomar una posición firme en cuanto a nuestra identidad en el Señor. Cuando Cristo perdono nuestros pecados y nos llamo a su redil, juntamente con ese llamado nos convertimos en ese mismo momento en MAS QUE VENCEDORES, puesto que Cristo es el victorioso pues venció al pecado y a la muerte y ahora hemos heredado esa Victoria. Esto quiere decir que día a día nos enfrentamos a un enemigo derrotado, el cual nos quiere hacer creer que los derrotados somos nosotros. Es ahí en donde debemos de identificar que voces estamos escuchando, puesto que Dios nunca nos pondría en nuestra mente pensamiento de derrota, sino al contrario pensamiento de VICTORIA pues El es un Victorioso.

1.- ¿QUE ES SER UN VENCEDOR O QUE SIGNIFICA VENCER?

Esta expresión, MAS QUE VENCEDORES, es sintetizada por la palabra griega HUPERNIKAO. Proviene de HUPER, que significa “sobre y por encima de”, y de NIKAO, que se traduce generalmente como “conquistar”.

La palabra describe a uno que es victorioso en grado sumo, que gana una victoria más que ordinaria, porque está en condiciones de triunfar de forma absoluta. Este no es un lenguaje arrogante sino de confianza. El amor de Cristo conquistó la muerte, y debido a ese amor – su amor -, somos MAS QUE VENCEDORES.

a) Una persona más que vencedora es aquella que ante el enemigo no se doblega y no huye cuál ave a su nido; sino que lo enfrenta con la armadura del Espíritu (Efesios 6:10-20).

b) Es aquella persona que no teme al valle de sombra y de muerte (Salmos 23:4).

c) Es aquella persona que puede pararse frente al gigante y decirle: “…mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos,…” (1 Samuel 17:45b)

d) Es aquella persona que en medio de la BATALLA puede ser herido y tal vez derribado, pero se pone en pie de batalla y dice: “…, derribados, pero no destruido” (2 Corintios 4:9)

e) Una persona más que vencedora es aquella que se acuerda de lo que dice Jeremías 1:8 “No temas delante de ellos, porque estoy contigo para librarte, dice Jehová.”

f) Es aquella persona que en medio de la soledad, porque todos le ha dado la espalda se acuerda lo que dice Mateo 28:20b “…; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.


2.- ¿COMO PUEDO SER UN VENCEDOR?

El deseo de todo creyente es sin duda el ser un vencedor, y la palabra de Dios nos dice que podemos ser más que vencedores por medio de Jesucristo.

a) Desecha de tu vida todo pecado y mantente en pureza. Nadie podrá ser un verdadero vencedor si mantiene en su vida impurezas, sobre todo de tipo sexual. Hay que ser valientes y cueste lo que cueste desechar toda maldad de nuestra vida. No digas no puedo, no te conformes a decir que es superior a ti, quizás lo has intentado muchas veces, pero habrá un día, si lo sigues intentando, que será para siempre. En ese día serás un vencedor.

b) Perdona a todos aquellos que te han hecho daño, a todos los que te han menospreciado, te han hundido, o han abusado de una manera u otra de ti. Un padre, un hermano, un amigo, un pastor, un líder. No importa las circunstancias ni lo grabe de las ofensas, cuando perdonamos, las heridas empiezan a cerrarse. Seguramente te va a costar muchísimo, pero has de pedir la ayuda del Señor y disponer tu corazón. Te aseguro que El te va ha dar las fuerzas y la capacidad de perdonar.

c) Se vigilante de las compañías que frecuentas, y de las personas con las cuales te relacionas. La critica, la murmuración, las blasfemias, las mentiras. Cuando estamos mucho tiempo con personas que no son sanos espiritualmente, con incrédulos, y nuestra actitud es simplemente el seguirles la corriente, la broma, nuestras fuerzas serán reducidas hasta el punto de quedarnos sin fuerzas para luchar. Toma decisiones, y empieza a predicarles el evangelio. Y si no quieren saber nada de Jesús apártate de ellos, cueste lo que cueste. Por Cristo tenemos que tomar decisiones, y estas cambiaran nuestra vida.

d) Disciplina tu vida. Cambia actitudes, siembra diferente y segaras cosas nuevas. Empieza poco a poco, no quieras cambiar de un plumazo todo. Si lo haces de golpe seguramente no serás duradero en tus actitudes. Empieza a levantarte un poco mas temprano, dedica tiempo a la oración, aparta un día, una tarde, un tiempo para ayunar. Preocúpate de los demás, intenta ayudarlos en sus estudios, en todo lo que te venga la mano para hacer. Olvídate de ti y vive para hacer feliz a los que están a tu alrededor.


3.- ¿PARA QUE ME SIRVE SER UN VENCEDOR?

a) Porque por medio de El obtuvimos la victoria sobre el pecado, fuimos libres de la esclavitud del pecado. “¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!” (1Corintios 15:57)

b) Vencimos al mundo por medio de nuestra fe creyendo en El.

1Jn 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

c) Al que venciere Cristo le dará a comer del árbol de la vida el cual esta en medio del paraíso de Dios. (Apoc, 2:7)

d) Al que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.

e) Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

f) Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones

g) El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida,(B) y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.(C)

h) Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo,
de mi Dios, y mi nombre nuevo.

i) Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

j) El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.(I)


CONCLUSION:

HAY ALGUNAS ÁREAS EN LA QUE EL ENEMIGO NOS QUIERE VER DERROTADOS ENTRE ELLAS TENEMOS:

• En el área de nuestros ideales seculares o ministeriales.

• En nuestra Familia.

• En el área de nuestro sentimientos.

• Etc.

PERO DIOS DICE:

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”

Romanos 8: 37

Es por ello que no hay ninguna situación que nos pueda vencer. Al contrario El nos ha dado la victoria.

Nosotros como hijos de Dios debemos apropiarnos de esa Victoria que Cristo nos ha dado y vivir cada día para El y con nuestra manera de vivir demostrar que hemos hecho nuestra esa Victoria.

No importa cuan grande mar este frente a nosotros, no importa que muralla se levante delante de nosotros, no importa en que tempestad o desierto nos encontremos tenemos que saber que somos MAS QUE VENCEDORES EN CRISTO.

DIOS LES BENDIGA.

Por Pedro Angeles Fernandez.

miércoles, diciembre 29, 2010

Esto es confiar.

Dios les bendiga y Feliz navidad a cada uno de ustedes hermanos que visitan este Blog, por aqui les dejo este video que se titula "Esto es confiar" espero les guste.

miércoles, diciembre 01, 2010

Reunion presbiterial, Guanajuato. 28-11-2010

Estas son algunas de las fotos que se tomaron en la reunion presbiterial el pasado domingo 28 de Noviembre.

 Participacion de la Iglesia de la Joyita.



Predicacion a cargo del Hno Samuel de la Ciudad de Mexico.
Los Hermanos atentos a la predicacion de la Palabra de Dios.

Dame hijo mio tu corazon.

Hermanos, por aqui les dejo esta predicacion y espero sea de bendicion para sus vidas como lo fue para mi. Dios les continue bendiciendo.



Tema: Dame hijo mío tu corazón.
Proverbios 23:26.
Pro 23:26 Dame, hijo mío, tu corazón,
Y miren tus ojos por mis caminos.


Introducción:

Cuando la Biblia habla del corazón no solo se refiere al órgano de nuestro cuerpo que late y que bombea sangre sino al alma, a lo que nos lleva a actuar de una manera o de otra ya sea buena o mala.
A simple vista podemos notar que esta porción de la Biblia expresa dos deseos de Dios.
Podemos interpretarlos como mandamientos, pero no dejan de ser también deseos del Señor.
De estos dos deseos el primero da como consecuencia al segundo, porque para mirar por los caminos de Dios, antes tenemos que entregarle nuestro corazón.
Es interesante notar que en este texto Dios no está pidiendo sacrificios.
Tampoco está pidiendo dinero, ni tiempo, ni culto.
Sin embargo, al meditarlo profundamente entendemos que lo está pidiendo todo.





1.- ¿Qué es el corazón del hombre?

El corazón del hombre es:
a) Es el asiento de los afectos y de las pasiones.
El corazón es a menudo mencionado en las Escrituras como el asiento de los afectos y de las pasiones. (Marcos 7:21).


b) Es el asiento de la sabiduría y el saber.
La Biblia también menciona que el corazón es sabio. (Proverbios 16:21).
c) Es el centro del ser del hombre.
¿Por qué es el centro del hombre?

1.- Porque la aceptación del evangelio es con el corazón.

2.- Porque es allí donde nuestro Señor Jesucristo habita, es allí donde El mora y es por eso que nos pide nuestro corazón; “Dame hijo mío tu corazón”.

3.- Porque no le podemos dar tiempo sin antes darle nuestro corazón.

4.- Porque no le podemos dar el corazón sin ponerlo en primer lugar en nuestra vida.
No es posible darle el corazón sin obedecerle.





2.- ¿Cómo puedo darle mi corazón a Dios?

El corazón del hombre es algo que Dios desea que se le entregue, pero como puedo dárselo, que hago para que mi corazón sea de Dios, ¿Acaso tendré que arrancarlo de mi cuerpo y darlo a Dios?
Hombres y mujeres sufren, porque no saben cómo vivir, no saben realmente qué es lo que quieren, no saben como entregar el corazón a Dios.


a) Rindiéndome a El.
Esto quiere decir que tenemos que dejar que el Señor Jesús reine en nuestra vida, que el sea el que gobierne todo nuestro interior.

b) Reconociendo a Dios como el Señor de mi vida.
Tenemos que ser sencillos, humildes, abiertos, transparentes, además de ser obedientes a la Palabra de Dios, esto es reconocer que el es Señor de nuestra vida y como tal tenemos que obedecerle.
Es necesario permitir que Dios vaya «invadiendo» todos los ámbitos de nuestra vida. Que Él sea el que va normando y señalando el camino concreto de nuestra existencia. Reconocer a Dios como Señor es permitirle que ilumine mi pensamiento, que fortalezca mi voluntad, que oriente mis sentimientos, que norme y marque el criterio de mi comportamiento.

c) Entrégalo con decisión.
Cuando tu tomas la decisión de entregarle tu corazón a Dios el lo acepta y te transforma pero es necesario que no desistas de la decisión que tomes y que te mantengas firme, que pongas toda tu confianza en El.
Cuando tu entregas tu corazón a Dios dejas que el lleve todo el control de tu vida, que el sea el que guíe tus pasos.


3.- ¿De que me sirve entregar el corazón a Dios?
Todo lo que vimos en los puntos anteriores es muy importante para conocer lo que debemos hacer, pero; ¿de que me sirve todo esto? ¿En que me beneficia a mí?
Veamos lo siguiente:


a) Para que mi corazón sea transformado.
La Biblia enseña que los corazones de todos los hombres están enfermos a causa del pecado. (Isaías 1:5b)
El ser humano necesita entregar su corazón a Dios porque sólo Él puede transformarlo.
Si tú le entregas tu corazón a Dios, Él lo limpia, lo transforma, le pone deseos santos y tú experimentarás gozo profundo al obedecer sus mandamientos. Mirar y andar por sus caminos no será una carga sino un motivo de gozo.


b) Para que mi corazón sea consolado.
El corazón del hombre esta dañado por el pecado pero Cristo te ofrece consuelo y descanso para ti.
Cuando uno de nosotros le entrega sinceramente su corazón a Dios, Él lo toma y lo llena de Su amor.
¿Se imaginan cómo anda por la vida un corazón lleno del amor del Señor?
¿Podrá haber resentimientos, tristeza, afán, incertidumbre, soledad o culpabilidad, en un corazón lleno del amor de Dios?
Por eso dice Dios: “Dame, hijo mío, tu corazón”, porque sabe que el corazón del hombre necesita ser consolado.
Cristo te da consuelo:
De tus necesidades,
De tus problemas
De todo lo que sufres en esta vida,
El es el único que puede ayudarte a quitar ese dolor de tu corazón.



c) Para que mi corazón sea resguardado.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Prov. 4:23)
¡Cuán importante es el corazón del ser humano!
Las cosas que consideramos valiosas las guardamos celosamente.
Dios quiere que guardemos nuestro corazón con más celo del que tenemos para guardar nuestros tesoros.
Fuera de Dios no hay nadie que pueda cuidar mejor nuestro corazón. Ni nosotros mismos.
El corazón del hombre necesita ser resguardado “Porque de él mana la vida”
El texto nos indica que el corazón, bien resguardado, es fuente de vida para el hombre.
De ello podemos inferir que un corazón no bien resguardado, es fuente de muerte porque de él proceden: “…los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” (Mateo 15:19)

Conclusión:

Vemos por la calle, en la TV o en el cine muchas caras sonrientes, pero las más de ellas sólo son máscaras, escondiendo un corazón triste y a veces hasta desesperado.
Millones de personas, en todo el mundo, están inmersas en la depresión porque sus corazones están “dolientes”.
No dudo que alguien que esté escuchando este mensaje, ahora mismo tenga un pesar en su corazón.
No hay nadie que conozca mejor al ser humano que Dios. No hay nadie que le conozca mejor a usted, que Dios mismo.
Hay mucha gente que sufre de soledad y de tristeza, pero que se resigna a vivir así, porque piensa que no hay remedio.
Hay otros que saben que si hay remedio, pero que voluntariamente se someten al dolor, y no le entregan por completo su corazón a Dios.
Es increíble como a veces el ser humano prefiere el dolor que acercarse a pedir ayuda.

Dios dice: “Dame, hijo mío, tu corazón” porque sabe que el corazón del hombre necesita ser entregado en sus manos para ser consolado.

Tema predicado el Martes en el Templo Peniel de Moroleon Guanajuato por el Hno. Guadalupe Caltenco.